DERMISSANA cosmética natural y ecológica para perros: guía práctica para cuidarlos sin tóxicos
Rutina completa de higiene y cuidado para perros con ingredientes naturales que respetan su piel y el medio ambiente.
Tres pasos esenciales: limpia, protege, desenreda
Cuidar la piel y el pelo de nuestros compañeros es mucho más que estética: hablamos de salud, bienestar y prevención. En Dermissana apostamos por fórmulas naturales y ecológicas para perros, con ingredientes suaves, biodegradables y eficaces. En esta guía te contamos cómo construir una rutina completa de higiene y cuidado, qué activos funcionan mejor y cómo elegir productos que de verdad respeten su piel.
Una rutina sencilla y constante puede marcar la diferencia en la salud de su piel. Aquí tienes una guía práctica:
- Lava solo cuando haga falta (mantas, barro, alergias), con un champú suave y pH adaptado.
- Refuerza la barrera cutánea con activos calmantes (avena, caléndula, aloe).
- Protege frente a parásitos con fórmulas naturales que repelen sin irritar.
- Desenreda y nutre si hay nudos o pelo largo para evitar tirones y roturas.
- Higiene puntual (ojos, oídos, patas) con soluciones específicas, sin perfumes agresivos.
1) Desenredar y nutrir sin tirones
El primer gesto tras el cepillado debe ser un acondicionador que hidrate y facilite el peinado. Si tu perro tiene el manto medio o largo, o se forman nudos en axilas y orejas, te irá de maravilla un spray leave-in con emolientes vegetales y humectantes. Prueba nuestro acondicionador natural para perros: ayuda a desenredar, aporta brillo y suaviza sin apelmazar, ideal para uso frecuente y para pieles sensibles.
Tip de aplicación: vaporiza a 20–30 cm, deja actuar 1–2 min y peina de puntas a raíz. En nudos rebeldes, trabaja por mechones con paciencia.
2) Protección natural frente a pulgas y garrapatas
La prevención es clave durante todo el año, especialmente en primavera-verano y si paseas por parques, campo o zonas húmedas. Las fórmulas naturales a base de aceites esenciales quimiotipados (como citronela, geraniol o lavandín) crean un escudo olfativo que resulta desagradable para los parásitos sin agredir la piel. Refuerza sus paseos con el repelente de pulgas y garrapatas para perros, fácil de aplicar antes del paseo, sin siliconas ni perfumes sintéticos.
Consejo práctico: reaplica tras baños, chapuzones o lluvias intensas. Complementa con aspirado de camita y lavado de textiles.
3) Baño respetuoso con pH canino
Un buen champú natural evita picores, caspa o pérdida de brillo. Si quieres combinar higiene y prevención, elige una fórmula repelente con tensioactivos suaves de origen vegetal, como el champú repelente para perros: limpia en profundidad, equilibra la piel y deja el pelo suelto y brillante, a la vez que apoya la acción repelente entre baños.
- Frecuencia orientativa: cada 3–4 semanas; ajusta según actividad, raza y estación.
- Aclarado: largo y abundante para evitar residuos que puedan resecar.
4) Higiene ocular suave
Lagrimales con legañas, polvo o pequeñas costras necesitan limpieza específica (nunca champú ni toallitas perfumadas). Usa soluciones estériles y calmantes que arrastren la suciedad con máxima tolerancia, como el limpiador de ojos para perros y gatos.
Cómo usar: aplica sobre gasa estéril, limpia desde el lagrimal hacia fuera y desecha la gasa.
Ingredientes naturales que funcionan (y por qué)
- Avena coloidal: calma picores y refuerza la barrera cutánea.
- Caléndula y manzanilla: efecto lenitivo y anti-rojeces.
- Aloe vera: hidratación inmediata y sensación de frescor.
- Pantenol (pro-vitamina B5): retiene agua y mejora la elasticidad del pelo.
- Glicerina vegetal: humectante seguro para uso frecuente.
- Proteínas vegetales hidrolizadas: aumentan la resistencia a la rotura y el brillo.
Errores comunes (y cómo evitarlos)
- Usar champús “humanos” con pH y perfumes no aptos para su piel.
- Abusar de colonias que pueden irritar y atraer insectos.
- Aclarado insuficiente que deja residuos y reseca.
- Cepillado agresivo: mejor acondicionar y peinar por capas.
- Ignorar ojos y pliegues: limpia con soluciones específicas y estériles.
Cómo montar tu “kit Dermissana” para todo el año
- Baño: champú natural (en épocas de riesgo, versión repelente).
- Acondicionador: leave-in para desenredar, nutrir y proteger entre lavados.
- Repelente: antes de cada paseo por parques, campo o zonas húmedas.
- Limpieza ocular: semanal o cuando veas secreciones.
- Revisión rápida: al volver a casa, comprueba piel, patas y orejas.
